Zona franca

Texto escrito en colaboración con Marta Dahó y Tanit Plana, como parte del comisariado conjunto de la muestra Talent Latent, integrada en el Festival
SCAN Manifestació Fotogràfica. Tarragona, 14 de abril – 11 de mayo de 2008.

Talent Latent nace como plataforma de visibilidad para artistas con carreras jóvenes o incipientes que trabajan con fotografía. La forma en que pueda ir construyéndose esta plataforma y la interpretación de los conceptos clave “visibilidad”, “carreras jóvenes”, “incipientes”, e incluso el modo de entender hoy en día el medio fotográfico, va a depender de las ideas previas o de las derivadas de esos conceptos, pero sobre todo de las acepciones que resulten comunes para nosotros. Todo ello, sin cejar en la búsqueda de una relación existente entre cada uno de los quince proyectos integrados en la exposición y de éstos con los que, de manera inexorable, quedaran sin seleccionar. El interés, por lo tanto, no radicaba en ese momento previo (ni radica ahora) únicamente en la selección de los trabajos elegidos que constituyen esta muestra. También se encuentra en el hecho de entender todo el proyecto como una posible base de datos al servicio de organismos, profesionales y particulares interesados en fotografía, una suerte de punto de partida funcional y con vocación de servicio que esté activo también durante el amplio intersticio temporal entre las ediciones anuales, promoviendo otro tipo de actividades alrededor de la fotografía, su producción y difusión. El crecimiento que se inicia con esta edición esperamos sea pleno y fecundo, y pueda demostrar la máxima de que determinados acontecimientos surgen debido a una necesidad general o una demanda inconsciente previas a su nacimiento.

Por decisión de la comisión artística de Scan se planteaba un modus operandi que hicimos propio: un total de doscientos cincuenta especialistas en fotografía, distribuidos por numerosos países del mundo, cada cual desarrollando su trabajo en un ámbito de acción concreto, serían consultados para que propusieran jóvenes artistas que estuvieran desarrollando su carrera alrededor de la imagen fotográfica o su cuestionamiento como medio artístico y de comunicación. Esta gran oportunidad permitía crear unos enlaces reales entre el certamen y numerosos jóvenes autores que habrían sido imposibles con la sola dedicación nuestra en el plazo propuesto. Asimismo, esto permitía acceder a particulares e instituciones educativas, artísticas y de carácter alternativo que, precisamente dado su carácter de respaldo a prácticas novedosas, todavía no hubieran salido de un círculo muy localizado. La gran aportación de todos los que propusieron nombres y datos de contacto, de su desinteresada participación en un proyecto nacido de la ilusión y la convicción de erigirse en plataforma para la fotografía, ha hecho posible que ahora tengamos la primera muestra de la sección Talent Latent y esta publicación como registro portátil y duradero. A todo/as ellos/as que confiaron en este procedimiento, nuestro agradecimiento por su apoyo y nuestra admiración reafirmada en su labor profesional de investigación y difusión de todo lo relacionado con el medio fotográfico.

Concluida esta primera fase, se abría otra no menos intensa y gratificante: definir los criterios que habríamos de seguir para seleccionar un conjunto reducido de autores de entre los casi ciento veinte proyectos finalmente recibidos. Por su cualidad de convertirse en plataforma de difusión, era fundamental proponer alternativas reales de visibilidad, en el sentido de ofrecer a determinados trabajos y autores un respaldo donde acomodar sus obras como profesionales en ciernes. Si no era posible alcanzar esta meta en esta primera edición, al menos sí consideramos prioritario que los proyectos presentados fueran inéditos o prácticamente inéditos. Es decir, que si algunos ya hubieran sido parcialmente expuestos en los países de origen de los autores, pudieran ser vistos ahora en mejores condiciones y con una mayor representación, concediendo especial atención a sus evoluciones en tanto que work in progress.

Pronto dedujimos la dificultad de contener dentro de un recipiente recién fabricado un medio tan fluido como la fotografía, insertos como estamos en una relación de constante intercambio y difusión de imágenes en esta versión de su democratización actualizada ad infinitum. Y, de hecho, magníficos proyectos y autores de un interés excepcional quedaron al margen de la selección tras reconocer que sus carreras ya estaban asentadas en la escena artística internacional y representadas de forma óptima por galerías, instituciones culturales, editoriales u otros soportes de difusión. Otros, ya cercanos a esta situación de mayor asentamiento, nos ofrecieron sin embargo series inéditas, materiales nuevos que urgían de una producción no siempre fácil de completar y aportaban elementos que despertaban de nuevo nuestro interés sobre el medio y sobre su trabajo concreto.

Los pormenores de este proceso tienen como finalidad exponer los métodos de decisión o, mejor, los puntos cardinales que definían ajustadamente el perfil que consideramos apropiado. De entre todos los proyectos estudiados con atención, éramos sensibles a aquellos que, en cualquiera de sus formas, estaban dando un paso más en la percepción, conocimiento y divulgación del medio fotográfico, insertos por supuesto en el momento presente. Si hay un elemento objetivo en todo esto, o al menos generalizado, tal vez sea el hecho de que todavía hay una gran necesidad de hablar de la fotografía, que necesita del discurso hablado y escrito. Puesto que habitamos dentro de una “sociedad panfotográfica” (Johann Swinnen dixit) es lógico pensar que todo cambio y evolución que se produce en términos sociales afecta de pleno en el uso, desarrollo e interpretación de la fotografía. Del mismo modo, cualquier otro elemento que aun siéndole ajeno se encuentre cerca de ésta y actúe, le afectará inevitablemente. Queremos seguir hablando de, con y por la fotografía, ese organismo sensible y resistente, con proyectos que la entiendan como medio de comunicación y lenguaje expresivo; integrante y definidora de la escena artística por méritos propios; ejemplo clave de una cultura del documento, y prueba si no ya de credibilidad al respecto de lo que muestra, sin duda sí testimonio de la época donde se ubica y de la que opina como testigo ocular privilegiado.

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