Herramientas del arte. Relecturas

Memoria del proyecto de la exposición Herramientas del arte. Relecturas.  Sala Parpalló de Valencia. Junio – septiembre de 2008.
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Inmersos en la producción cultural, en la reflexión teórica, en la práctica artística… no siempre reparamos en la estructura que subyace bajo estas producciones, reflexiones y/o prácticas. El cuestionamiento del medio nos retrotrae a una serie de preguntas esenciales, que continúan no tanto sin respuesta como sí siguen generando cuestiones sin cesar. De modo que su verdadera naturaleza no es contestar, sino seguir planteando esas u otras cuestiones; su única razón de ser. Una suerte de enunciados que se encuentran cómodos, tal vez únicamente, en su cualidad enunciativa, lejos de esperar encontrar frases o proposiciones. (Morey, Foucault)

El lenguaje visual del arte se ha demostrado, podríamos decir que históricamente, óptimo para constatar de manera más directa que otros campos de expresión o conocimiento, determinados cambios que ocurren en la sociedad. Su maquinaria, tal vez por su incesante necesidad de presentar novedades, se engrasa con la facilidad que estos propios cambios y su suplantación continua ejercen en el propio mundo artístico.

El proyecto Herramientas del arte. Relecturas querría ser parte de otros hipotéticos proyectos destinados a deslindar el concepto de herramienta en el arte contemporáneo y, al mismo tiempo, un todo de este apartado subtitulado relecturas. Por relectura, aquí debemos entender aquello que volvemos a leer, pero que lo hacemos con una nueva mirada, tal vez con más conocimiento, seguro desde una nueva perspectiva. Este proyecto querría situarse en la fina línea que separa el arte de un buen número de materias sociales a las que acude en busca de base teórica sólida, información que sirva como puente entre materias de conocimiento o simplemente como excusa que le separe de la pura representación.

El planteamiento, así como la finalidad, es el siguiente: ¿es el arte contemporáneo, con sus numerosas aportaciones y confluencias con materias como la política, las ciencias sociales, la psicología, el psicoanálisis o los medios de comunicación… el catalizador, el vehículo idóneo para mejor entender la sociedad contemporánea? ¿Son las herramientas tecnológicas, rápidamente asimiladas por la práctica artística, las vías para acceder a este entendimiento? ¿Puede ser el arte y así pues la cultura, muchas veces entendidos y estigmatizados como lo más visible –y también lo más superficial- de la práctica política, quienes encuentren modos de entendimiento y comunicación generales?