Reinventar la democracia

Texto realizado con motivo de las II Jornadas Los últimos 30 años de arte contemporáneo valenciano. 2º Volumen.

Reinventar la democracia. Activismos y nuevos comportamientos artísticos críticos en el marco valenciano desde la democracia.[1]

A vuelo de pájaro. Daniel G. Andújar

 

“POLÍTICOS

El problema es que quienes se postulan

para resolver el problema

son el problema.”

Todo el mundo está en otro lugar. Antonio Orihuela

 

Introducción

La frase “Democraticemos la democracia” rotula una camiseta ideada por el artista Daniel G. Andújar a través de Technologies To The People (TTTP); texto blanco sobre fondo de algodón 100% negro. No es sólo un titular, ni un juego hábil de palabras, por más que una parte del sector artístico (entre ellos críticos, artistas y teóricos) deseara ver en ella un mero eslogan de la oquedad o el viva a un tipo de arte que, de tanto reivindicar el espacio público y las actitudes sociales, ha devenido retórico. O, incluso, quieren verlo o quieren que se vea como una tendencia más en el arte de los últimos años y que ya tarda en caer del pedestal adonde se ha aupado (o le han aupado) sin méritos propios. La frase puede entenderse como leitmotif de una parte amplia del trabajo de García Andújar, tras la cual se archivan y concentran proyectos que tienen en el uso y la extensión de la tecnología su principal valor, entendiéndola no sólo como un logro de las clases medias sino como un derecho de todos los estamentos sociales. Y, asimismo, como herramienta no destinada a un grupo privilegiado que ha ocupado tradicionalmente las tribunas de poder y opinión en la política, las universidades, los medios de comunicación… sino que ahora se muestra al alcance de casi todos, a una distancia tan corta como la existente entre el teclado y la pantalla de un ordenador o, aún más, entre el pulgar y la pantalla táctil de un smartphone. Si este logro parece ahora una cuestión común y verdaderamente extendida, no lo era de igual forma a mediados de los años noventa cuando Technologies To The People inició su particular manera de divulgar la tecnología social.

En el ámbito de la Comunidad Valenciana, el nombre de G. Andújar está ligado, entre otras cosas, al portal e-valencia.org, ese pequeño milagro incómodo, tachado de plataforma injusta e incluso de herramienta diabólica, que inició su andadura el 30 de noviembre de 2001 con motivo de una exposición del artista alicantino en la Galería Visor de Valencia. E-vlc.org es una página web con formato de blog, que viene publicando las noticias derivadas de la cultura y su gestión política y ciudadana en el ámbito autonómico como un archivo de textos clasificados por categorías; así mismo, es un foro de opinión que permite comentarios a propósito de las noticias o de otros comentarios sin necesidad de estar registrado previamente ni siquiera con un nick name o alias. Esta obra ha generado a lo largo de sus once años de existencia reacciones de todo tipo y un grupo importante de agentes del arte contemporáneo y la política, en especial aquellos que regentan los poderes o se postulan para conseguirlos en algún momento presente o futuro, la consideran un actor polémico dentro del mundo de la cultura contemporánea, algo que ha traspasado una barrera que se considera infranqueable. En cualquier caso, la figura de G. Andújar se ha visto cuestionada a raíz de la elaboración y gestión de estos portales web, y se tiende a pensar que al no validar su producción artística, entendiendo e-vlc, e-bcn, e-norte, e-sevilla… como parte importante de ella, no es posible validarle a él como artista político y, finalmente, como ciudadano crítico con criterio[2].

Por extensión, ocurre lo mismo con otros agentes críticos, bien sean colectivos, asociaciones o personas y ciudadanos de a pie que aún mantienen una tesis crítica y la exponen, extienden y desarrollan en sus actividades profesionales cuando tienen ocasión. Reinventar la democracia puede entenderse como una versión libre de la frase Democraticemos la democracia que también fue presentada como acción: una avioneta con la frase convertida en pancarta y unida a su cola recorría la costa de Alicante y Murcia y, más tarde, la Barceloneta de la ciudad condal. Esta vez el texto negro destacaba sobre un fondo amarillo[3].

El trabajo del arte político profundo, la labor de las asociaciones cívicas, la tarea humilde e implacable de los ciudadanos críticos y comprometidos con su ciudad y su gestión, son tareas, entre otras, que necesitan tanto más ojos cuestionadores como gestores haya que pongan en marcha leyes y decretos y los hagan cumplir, muchas veces diseñando los cambios y las transformaciones de las ciudades (y así pues, de sus ciudadanos) desde los despachos de políticos y los grandes estudios de arquitectura que, por lo general, nunca se muestran reñidos con el poder. Desde que existe un contexto democrático en España, las demandas ciudadanas posibles en el contexto valenciano defienden modelos de vida y pensamiento no enfrentados con los cambios y lo novedoso, como muchas veces los propios mecanismos de la política de partidos han intentado propagar entre la opinión pública más crédula, sino con un modelo tecnificado de progreso que suele llevar adosado beneficios particulares, por lo general reñidos con los intereses generales y que ha tenido su aliado más fiel y lucrativo en la construcción de (casi) cualquier equipamiento.

La conferencia que da pie a este texto se impartió justo al principio del año 2011, el lunes 9 de enero, con las Elecciones autonómicas y municipales del 22 de mayo en un horizonte cercano de apenas cuatro meses y medio. La intención de entonces no era hacer campaña; y no tanto por ausencia de ganas o por convencimiento, como por no ser el ámbito ni la persona adecuados, y además era previsible que el resultado coincidiría con lo anunciado por unos sondeos que, por otro lado, en la Comunitat valenciana nunca se desvían un ápice de lo anunciado.[4] En este caso, se podía entender como una cuestión de ecología ideológica. Aún así, todas las ideas políticas quedaron suficientemente claras en una entrevista realizada al conferenciante por vía telefónica y publicada por el periódico Levante-EMV el día siguiente de la charla[5]. El medio aprovechó el título de la conferencia y la coyuntura de que un profesional independiente diga algunas cosas más de las que el propio medio de comunicación suele decir, y también callar, desde su tribuna de opinión. Las críticas lanzadas en esa misma entrevista a la labor servil de los medios de comunicación con el poder no se mencionaron.

Sin embargo, algo ocurrió justo siete días antes de esta cita electoral, el 15 de mayo de 2011, que no estaba previsto ni en los sondeos de opinión ni en las mentes más pre-claras y optimistas de la sociedad civil. El movimiento ciudadano que prendió en la Puerta del Sol de Madrid se compuso de muchos centros. Sólo se necesitaba una plaza y ganas de acampar. Lo que vino después se sabe –incluso a pesar de la mala gestión inicial de los mass-media tradicionales, seguramente heridos en su orgullo al sentirse excluidos por la inmediatez y ausencia de jerarquización que ofrecen las redes sociales– y continúa generándose a cada paso. La pregunta-emblema de la red social Twitter “¿Qué está pasando?”, podía contestarse fácilmente: “Se están recuperando las plazas, se están re-politizando los ágoras”.

El movimiento derivado del 15M ha arraigado con fuerza en el contexto de la Comunitat Valenciana, pero hablar de él, sobre él, sólo puede hacerse teniendo un conocimiento interno del mismo, habiendo participado activamente en sus asambleas y en la composición y gestión de alguna de sus Comisiones. Dado su carácter orgánico, de continua trasformación y evolución, sin la presencia física de liderazgo y no sin el resquemor de los partidos, incluidos los de centro-izquierda, que ven cómo un buen granero de votos emigran hacia posiciones más idealistas o simplemente devienen en blanco en las urnas, atreverse a hacer un análisis sólo puede aventurarse desde dos puntos estratégicos que mantienen recorridos paralelos: desde fuera, con el riesgo casi asegurado de su fracaso y una equidistancia tal vez irrespetuosa al propio movimiento cívico; desde dentro, pese a las dudas que puede plantear una ausencia total de distancia temporal, por otro lado inevitable y potenciada por su carácter orgánico y de proceso activo.

Es por ello que al analizar el contexto del activismo y de los comportamientos artísticos críticos de los últimos treinta años, deba dedicársele una parte a este movimiento que, habiendo llegado el último, se ha posicionado, por importancia y por la justicia de sus demandas, así como por la diversidad de sus integrantes, es decir, por méritos propios, como la avanzadilla de una nueva-vieja forma de hacer política. Esto es, empleando las plazas o ágoras de las ciudades para reunir a los/as ciudadanos/as y darles la oportunidad de hablar sin jerarquías establecidas ni la presentación previa de una hoja de ruta o de los méritos de sus participantes. El 15M ha hecho política de verdad, a pesar de su decidida intención de no reivindicar ningún partido político y mucho menos a cualquiera los dos principales, el PSOE y el PP. O tal vez por ello, haciendo evidente que la política entendida de manera radical, en el sentido etimológico del término, ni se corresponde ni puede compararse a la gestión advenediza, anacrónica y sin poderes reales que ofrecen gran parte de los políticos actuales o, al menos, al modo en que éstos se muestran ante la opinión pública y la ciudadanía. La sucesión de capítulos esperpénticos que está teniendo lugar desde que comenzó la crisis, orquestados por el bipartidismo alterno, donde la política se ha mostrado incompetente para gobernar los países ante el poder hipertrofiado de la economía, no hace sino alejar a la ciudadanía de sus representantes y generar desconfianza. Si bien las bases sociales que componen los dos partidos principales muestran claros signos diferenciadores, no ocurre lo mismo con sus equipos directivos y gestores, semejantes como dos gotas de agua en algunos de los grandes y principales temas que están ahogando este país.

En un artículo dedicado al pensamiento de Jacques Rancière, la filósofa Marina Garcés se pregunta, y a la vez contesta, dos cuestiones claves: “Entonces, ¿cuándo hay política? ¿Quién hace la política? Hay política cuando los sin-nombre irrumpen en el espacio público y lo reconfiguran con sus lenguajes y capacidades nuevas. Hay política cuando quien no está capacitado para rehacer el mundo lo toma en sus manos. Hay política cuando cada uno de nosotros “rompe filas” y abandona “su puesto”, su lugar de reconocimiento, y se aventura en un proceso de desclasificación. La política la hace la fuerza del anonimato, una potencia colectiva y nunca apropiable por identidades ni instancias representativas”[6]. Es por ello que el activismo funciona y adquiere sentido en esa fortaleza del anonimato, por más que existan portavoces, por más que sean necesarias las personas y la visibilidad de sus acciones, pero donde es necesario abandonar, cada cual, como individualidad, “su lugar de reconocimiento” para verse y sentirse implicado en los otros, en lo de los otros que, al final, también es lo de nosotros mismos, somos nosotros mismos. Una suerte de dilución consciente del yo individual en el nosotros colectivo.

Amador Fernández-Savater ha escrito y teorizado sobre el 15M desde la práctica activa en sus “apuntes” sobre acampadasol. En su participación en una mesa redonda en la que fue invitado dentro de unas jornadas sobre Arte y entorno, en la UPV[7], el escritor y editor señalaba lo que a su juicio son “los cinco ingredientes secretos de la pócima del 15M”. Éstos son: “horizontalidad, respeto, inteligencia colectiva, inclusividad y no violencia”. Parece difícil que cualquier agente político o social pueda estar en contra de estos cinco baluartes de la libertad y la acción social.

 


[1] Debido a la amplitud del título genérico de este ciclo de conferencias y sus ensayos posteriores, es conveniente indicar ya desde al inicio que gran parte de los estudios de caso que se tratan en este texto tienen su índice de acción en la ciudad de Valencia. Es el ámbito de estudio y la ciudad de origen de quien firma el texto. En cualquier caso, se citan otros ejemplos paradigmáticos de ámbito autonómico. Tanto en unos como en otros, la intención ha sido buscar el origen de la problemática y el resultado, hasta la fecha, de sus demandas. Asimismo, se ha priorizado la búsqueda de un patrón general en relación al contexto geopolítico e histórico de cada una de las etapas, con la intención de encontrar puntos de relación entre acciones dispares y alejadas históricamente. La extensión de los análisis particulares no puede ser sino una pequeña introducción que intenta exponer la causa que generó la acción y los modos que se emplearon.

[2] Más adelante se concretará la relación, que consideramos ya inseparable, entre cultura contemporánea (incluyendo por supuesto el arte visual contemporáneo) y activismo sociopolítico, pues es muy común todavía intentar un victoria pírrica del poder a fuerza de separar sus potencialidades.

[3] Otros modos de exposición de esta obra, entre ellos en la feria ARCO o en exposiciones colectivas de ámbito internacional, pueden consultarse en el sitio web del artista: www.danielandujar.org

[4] Las elecciones autonómicas de mayo de 2011 fueron ganadas por el Partido Popular con mayoría absoluta con Francisco Camps como candidato, quien desde febrero de 2009 estaba imputado en el caso Gürtel. Apenas dos meses después, el 20 de julio de 2011, Camps dimitía como President de la Generalitat en favor de Alberto Fabra. En enero de 2012, Francisco Camps y Ricardo Costa son declarados inocentes en el “caso de los trajes” por un jurado popular con un estrecho margen de cinco votos a cuatro.

[6] Marina Garcés: “El político ignorante”, dentro de Pensamiento Rancière, suplemento Cultura/s nº 488, diario La Vanguardia, 26 de octubre de 2011.

[7] El título de la mesa redonda fue Tomar la plaza. La ocupación del espacio público como estrategia de reivindicación ciudadana. Intervinieron Amador Fernández-Savater, Fernando Gaja y Luis Navarro y moderó el profesor y artista Jose Albelda. Tuvo lugar el 16 de noviembre de 2011. Para ampliar la información de estas Jornadas, se puede visitar el sitio web: http://www.upv.es/contenidos/IIICONG/indexi.html