Texto publicado en Levante-EMV el domingo 8 de junio de 2014, Sección Opinión y Participación. Colectivo Terra crÃtica.
Desde que el 4 de abril pasado Consuelo Ciscar fuera destituida como directora del IVAM, cargo que ostentaba contra todo pronóstico desde 2004, se esperaba la condena de su marido Rafael Blasco acusado de malversación y otros delitos por el presunto saqueo en las ayudas al Tercer Mundo. El relámpago anunciaba el trueno. Blasco evita de momento entrar en prisión tras abonar 200.000 euros de fianza, una pequeña parte de todo el dinero que, también presuntamente, nos ha birlado a la ciudadanÃa durante su larga trayectoria itinerante entre conselleries a lo largo y ancho de más de treinta años.