Publicado en VA! Revista de fotografÃa, nº 1. Noviembre de 2011.
En las revoluciones conviene saber cuáles son nuestras armas. Para ello, es preciso previamente entender qué es una revolución y qué es, o qué puede llegar a ser, un arma. En el ámbito del arte visual, la revolución actual viene dada (e impuesta, tal vez en exceso) por la digitalización de la imagen, por su producción, difusión y consumo sin necesidad de apariencia fÃsica. Es por ello importante diferenciar entre imagen y fotografÃa, entendiendo ésta como la constatación fÃsica de una imagen, bien sea para denominarla objeto artÃstico, bien para que sea “leÃda†dentro del relato que se genera en el interior de una publicación, bien para que registre acontecimientos y su presencia resulte palpable. Más allá de configurar un lenguaje, las imágenes son un nuevo texto. Esto no impide que sigamos necesitando y empleando las palabras, aunque éstas apenas ya se manuscriban y se generen como imágenes en sà mismas, empleando formatos editables. Las relaciones personales y profesionales interactúan a distancia con una urgencia y una inmediatez desconocidas hasta ahora. ¿Quién puede dudar de que estamos, más que nunca, en continuo proceso?