El París de Cléo

Valor documental en el filme de Agnès Varda Cléo de 5 à 7 (1961)

Revista Lars, cultura y ciudad, nº21. Puentes, diálogos urbanos. Diciembre de 2010.

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Las ciudades y el cinematógrafo han ido estrechamente unidos desde el nacimiento de ese medio de masas que revolucionó nuestro modo de observar y registrar lo externo, así como de vernos reflejados en otros. Los trabajadores saliendo de la fábrica Lumière o la llegada del tren a la estación muestran de forma clara, ya en los primerísimos inicios, la relación entre ambos universos, uno descendiente del otro, en un momento social que permitió -de modo similar a como Arthur C. Danto explica el fenómeno de la Caja Brillo de Andy Warhol– la posibilidad de su desarrollo en París y en otras grandes ciudades occidentales de finales del siglo XIX. La diferencia entre ambos momentos es evidente, así como su comparación tal vez se demuestre exagerada, pero viene a reforzar la importancia del contexto social, histórico y político de determinados sucesos analizados en perspectiva. La trascendencia de la expansión del cine como medio de masas (y así pues de cariz netamente popular) no puede equipararse a la influencia de una sola obra artística (de carácter y asimilación elitistas), por más que ésta haya sido importante, tal vez comparable a la fuente duchampiana, pero viene a abundar en la idea de que una sociedad asume y permite aquello que está preparada para aceptar y asumir, pese a las fuerzas retardatarias de costumbre.

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Cinematógrafos Caro y el ocio moderno

Revista Lars, cultura y ciudad, nº17. Aportaciones modernas: Brasil, Argentina y Uruguay. Enero de 2010.

Aspecto actual de la entrada de uno de los Cinematógrafos Caro, hoy Colegio público Santa Teresa

Máquinas y puzzles
En 1910 el cine lleva quince años existiendo. De la atracción que supone en los primeros momentos posteriores a 1895 su propio mecanismo, la fascinación generada por una máquina que es capaz de reproducir un símil del movimiento real, se ha pasado rápidamente a valorar y querer contemplar los mensajes y las historias, entenderlos y dejarse seducir, emocionar y reeducarse por ellos. Una consistente traslación de la forma al contenido, o del medio al mensaje, que se extendió a otros ámbitos y ha pervivido, tal vez con una fuerza inigualable, en el arte de vanguardias y en los estilos artísticos posteriores.
De forma muy similar a como aconteció con la fotografía, el cine fue la culminación de un puzzle de encuentros desperdigados, trabajados desde diferentes puntos y del que, con no poca perspicacia mercantil y respaldo familiar, se apoderaron Louise y August Lumière, patentando una marca y, es cierto que también, un modo de visionado que ha perdurado hasta nosotros y que marcó de principio a fin el siglo XX. Como la historia a veces reescribe sus deslices, una placa que figura en el edificio donde se ubicaba el mítico Grand Café -situado en el número 14 del Boulevard des Capucines- hace justicia honrando a los otros responsables del puzzle francés: «A Reynaud, Marey, Demeny, / Lumière et Mèlies / Pionniers du Cinèma / Hommage des professionnels / a l’occasion / du cinquantenaire. 28·12·1945». Esta suerte de ajuste de cuentas convive con la inscripción clásica e igualmente merecida: «Ici le 28 decémbre 1895 / eurent lieu / les primières projections publiques / de photographie animé / a l’aide du cinématographe / appareil inventé par les frères Lumière». En la actualidad, en el bajo comercial de este edificio se halla una tienda de la multinacional de ropa juvenil Gap y a unos metros de allí otro café, de nombre Le Gran Café des Capucines, juega al despiste con el nombre y renombre del original. La entrada actual a lo que fue el Salon Indien, la sala donde se proyectaron los diez cortos en esa mítica fecha, es el restaurante de un hotel que posee una cafetería llamada Lumière. Se cierra de esta forma el círculo de las referencias y las citas a un acontecimiento histórico que, sin ser la primera proyección cinemática, sí devino definitiva para entender el cine moderno y su correlación contemporánea.

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