ArtÃculo publicado en Suplemento cultural Posdata, Levante-EMV. Viernes 15 de noviembre de 2013.
En determinadas ocasiones se plantea la cuestión sobre la profesionalización de los agentes implicados en el arte visual contemporáneo de manera abierta y pública, en forma de seminarios, mesas de debate o incluso proyectos expositivos, aunque es un asunto recurrente y principal en el ámbito de las asociaciones profesionales del arte, engloben éstas a artistas, crÃticos, galeristas, investigadores o gestores culturales. No existe una regla única ni parece sencillo encontrar una media aritmética que se adecue a las pretensiones de todos ellos y que, por ende, mejore sustancialmente y de forma general a cada una de las partes. Las administraciones públicas y sus encargados de gestionar la cultura no han tenido, desde luego no en el ámbito de nuestra Comunitat, mucho interés en poner sobre la mesa las cuestiones capitales de su estructuración, racionalización, gestión y promoción del arte contemporáneo. Por más que los avances acaecidos en los últimos años hiciera pensar lo contrario, siempre han sido las asociaciones las que han tirado titánicamente del engranaje chirriante y desengrasado de la administración, quienes aún merodean los ámbitos del silencio administrativo, de la ofuscación nominalista de las acciones y del “vuelva usted mañanaâ€, seguramente esperando no estar ellos ya en un futuro próximo, para asà evitar atender con profundidad dichas demandas.