Fragmento del texto publicado en el catálogo de la exposición Registros contra el tiempo, Villa Iris, Santander, julio-septiembre de 2006. Editado por Fundación Marcelino BotÃn, julio de 2006.
“Es suficiente con alguna pequeña indagación en torno al tiempo para precipitarnos en la confusión más total: lo ha testificado aquel inglés de cabeza de pájaro, muy inteligente y ya muy anciano [1 Se refiere a Bertrand Russell (1872-1970)], al proponernos, en la tradición de Zenón, una divertida paradoja. ¿Existe el pasado? No, porque ya se ha ido. ¿Existe el futuro? No, porque todavÃa no ha llegado. ¿Existe, por tanto, sólo el presente? Ciertamente. ¿Pero no es acaso cierto que ese presente no posee en sà mismo ningún espacio de tiempo? Asà es. Pues bien, es muy probable entonces que el tiempo no exista. Es verdad: no existe.†[2 Jean Améry: Revuelta y resignación. Acerca del envejecer, Pre-Textos, Valencia, 2001, p.18. La edición original se editó en 1968, de ahà la referencia a la edad de B. Russell.]